La araucana |
Estudio
1.- Introducción
La historia de la conquista ofreció gran material para la literatura ejemplo de ello es la audacia de pequeñas bandas de aventureros españoles; la lucha indígena por preservar su libertad y el trauma mutuo de ambas culturas por el enfrentamiento de un "otro" radicalmente diferente. De esta forma se llega a la creación estética de "La Araucana" conformada por este amplio y complejo mundo de elementos enmarañados en una representación histórica contradictoria. Todo gracias al genio de Alonso de Ercilla y Zúñiga que jugó el papel de poeta y soldado logrando en ello expresar un poema épico de gran sentimiento heroico.
Ahora bien, dentro de esta complejidad nos centraremos en el "Heroísmo de la Conquista en La Araucana", tal tema fue llevada a cabo ideológicamente expresando las grandes hazañas de ambos grupos; sin embargo la idealización de la raza araucana sobresale majestuosamente y monumentalmente sobre la de los conquistadores españoles. Este trabajo se ve acompañado por evocaciones a la naturaleza y a los mitos griegos y latinos queriendo lograr igualar a los héroes araucanos con personajes como Ulises y Aquiles, a su vez que enaltece su propia épica utilizando imitativamente recursos de la épica tradicional que acompaña con un sentimiento del renacimiento de éste género.
Para la realización de este trabajo se tendrá en cuenta varias teorías para llegar a un exhaustivo análisis de la obra tomando como punto de inicio su estructura épicas y las funciones que cumplen otros elementos característicos de la épica. También se indagará sobre el concepto de héroe y que papel ocupa en la obra desde la teoría de Bajtín. De esta forma concluiremos con este trabajo.
Historia de la Conquista de Chile
La conquista se inicia en 1519 con la entrada de Hernán Cortés al imperio controlado por la ciudad de Tenochtitlán, el período de la conquista culmina literariamente con "La Araucana" de Alonso de Ercilla y Zúñiga (1533-1596). En tal época se lleva a cabo la estabilización de colonos en Chile bajo el liderato de Pedro de Valdivia.
En "La Araucana" se observa un conjunto de motivos contradictorios que quedan insertados en el monumental espectáculo de una victoria militar elevada a la universalidad espiritual del imperio. La estructura narrativa de la obra está basada en la movilización del imperio araucano contra la segunda expedición de Pedro de Valdivia al sur de Chile en 1553. Este material histórico cubre desde el asalto araucano al fuerte de Tucapel hasta la derrota sufrida por los indios en Quipeo a fines de 1558. Lo cual podría tratarse de un desarrollo horizontal en el que Ercilla introduce un eje vertical marcado por la llegada de García de Hurtado y su expedición punitiva a la Isla de Quiriquina en 1557, en la que venía el poeta. Este acontecimiento da la visión ideológica en la que Ercilla habla de la concentración de un poder superior en individuos que al intervenir en el curso de la historia la transforman en una gloria imperial.
A modo de superar los errores cometidos por los españoles en la campaña como la muerte de Valdivia y el avance de Lautaro, líder militar araucano sobre la ciudad de Santiago y la muerte de éste en un ataque sorpresivo sirven de augurio del arribo de la expedición de García de Hurtado con que se inicia la segunda parte de la obra. De allí en adelante se dan las victorias españolas. Por otra parte la tercera parte se inicia con la derrota española en Purén con la sublevación araucana que implica una disgregación y desviación del material histórico. En parte esto se debe a la declinación del ánimo combativo de los araucanos: Caupolicán el segundo líder militar araucano es capturado y ejecutado. En adelante Ercilla presenta la guerra araucana diluida en múltiples escaramuzas menores hasta la gran batalla en Quipeo es ésta la tercera parte en la que predomina un aspecto autobiográfico de la pacificación. En ella relata el incidente conocido del duelo, por tal conducta fue condenado a muerte, perdonado y encerrado en prisión. De esta manera "La Araucana" culmina con el retorno del autor a Europa.
2. La épica como instrumento de expresión heroica
La necesidad de interpelar al Estado Español llevó los protagonistas de la conquista a estructurar sus discursos de acuerdo con modalidades propias del género épico. La épica era tomada como forma de elaboración ideológica de la experiencia histórica: ella supone un descomunal salto entre lo específico y lo universal. Ese salto se da en el hecho de que la épica articula intereses privados que en el desarrollo del discurso aparecen como verdades.
En el esquema épico la figura históricamente concreta del líder militar transformado en héroe suprahumano se revela durante las pruebas que debe sufrir, convención esencial de la épica. En este proceso el héroe demuestra su valor, resistencia, espíritu de empresa, sangre fría, sabiduría y audacia ante el peligro. Así logra su superioridad por sobre el resto de los hombres realizando hazañas fuera de lo común y de lo normal. El problema ideológico entre la especifidad privada y la universalidad pública surge cuando en algún momento el individuo parece postergar sus intereses privados y exhibe su magnanimidad que pasa a representar los valores más excelsos de su raza, pueblo o nación. El héroe y por extensión la comunidad representada, quedan exaltados a la categoría de arquetipos de la especie humana en busca de una vida plena, en que no existen obstáculos para la voluntad.
La arquetipificación universalista no logra borrar, sin embargo, el origen clasista de esta construcción. Esto es visible en la estructura misma de la épica: la narración enfoca primordialmente al héroe y a sus seguidores, conforman una élite de poder que se diferencia de las masas soldadescas. Mientras todo lo contrario sucede con las masas estás que surgen como una fuerza anónima, difusa, sin voluntad propia, maleables a la voluntad del héroe y de su élite.
El interés material potente en la épica dirige la atención sobre el revés de la trama de la convención de la épica universalizante, pues, para lograr lo que el héroe quiere éste debe someter a otros hombres. Porque, porta en su mente un esquema de ordenamiento social y frente a ese esquema las sociedades encontradas adquieren un aspecto cultural caótico.
Por último, es necesario indicar dos aspectos complementarios del género épico: su existencialismo y religiosidad. Lo primero ocurre porque la posibilidad de la muerte es esencial en la aventura épica, Por ello es que durante el relato, el sentimiento del tiempo toma un ritmo urgente a la espera de la catástrofe final, impulsando a los héroes a la superación de sí mismo. Tal incentivo a la superación se ve reflejada en la religiosidad, adquiriendo de esta forma un tono metafísico, como una concreción divina que se manifiesta en las acciones humanas. Esta certidumbre refuerza todavía más la capacidad épica para depredación, destrucción y represión de los vencidos.
En fin todo estos elementos serán observados posteriormente en el análisis correspondiente de "La Araucana", visualizaremos de la mano de Ercilla la compenetración de lo americano y lo español en su obra. En la que supo cantar sobriamente la epopeya de una raza heroica que sólo a sangre y fuego pudo ser domeñada, y hoy en día Chile cuenta entre sus glorias raciales con el ambiente y tono de su poema "La Araucana".
3. Alonso De Ercilla y Zúñiga (1533-1594)
Poeta y soldado español, autor de la primera gran epopeya americana: "La Araucana" .
Nacido en Madrid de familia noble, entró a servir en la corte como paje del entonces príncipe Felipe II. En 1556 llegó a Perú con el virrey García hurtado de Mendoza, fue nombrado gobernador de Chile, Ercilla le acompañó y participó en la expedición contra los araucanos. La campaña duró un año y medio y le supuso la experiencia que se referiría a ella "como los años más floridos de mi vida". Y que es la contemplación del heroísmo y del espíritu indómito de los indígenas araucanos y de los soldados españoles, le inspiraron el poema épico de la gran épica culta de la literatura americana, sobre la conquista de La Araucanía, territorio que bajo dependencia inicial del Virreinato del Perú formó luego parte del reino de Chile que se extendía hasta toda la Patagonia, con costas desde el Océano Pacífico hasta el Atlántico. En la obra también se habla de intrigas y disputas entre los españoles y que en una de ellas perdió el favor de Hurtado de Mendoza y tuvo que regresar a Europa, aunque esto no significa que perdiera los favores reales ya que en 1564 fue nombrado duque de Lerma.
4. La Araucana
Poema Épico de la conquista interesante por su tono realista y por las circunstancias de su composición supuestamente la única escrita durante el curso de una guerra "escribiendo muchas veces en cuero por falta de papel y en pedazos de cartas". Sin embargo, la obra no aparenta ser escrita apresuradamente. Compuesta en octavas reales, consta de 37 cantos que abarcan la descripción de Chile, los preparativos para la guerra, las victorias de Lautaro y Caupolicán. Además incluye muchas digresiones como la historia de la hermosa Guacolda y Tegualda, narradas al propio Ercilla, quien en ese momento se convierte en personaje de su propio poema. Otro aspecto interesante es la manera en que el autor trata de captar el punto de vista de los caciques indígenas:
"Tomé y otros caciques se metieron
en medio de su destos bárbaros de presto
y con dificultad los despartieron
................................................
y en voz airada, ya el temor pospuesto,
Colocolo, el cacique más anciano,
A razonar así tomó la mano:
Caciques del estado defensores,
Codicia de mandar no me convida
...............................................
mas el amor que siempre os he mostrado,
a bien aconsejaros me ha incitado."
Canto II
Demostrando con ello su intento de penetrar en aquellas almas que tanto fascinación causaron en él, por lo tanto esta simpatía es defendida en su prólogo temiendo posibles críticas al respecto: "y si algunos le pereciere que me muestro algo inclinado a la parte de los araucanos, tratando sus cosas y valentías más extendidamente de lo que para bárbaros se requiere, si queremos mirar su crianza, costumbres y modos de guerras y ejercicio de ella, veremos que mucho no les han hecho ventaja, y que son pocos los que con tan gran constancia y firmeza han defendido su tierra contra los fieros enemigos como son los españoles". No obstante, a pesar del sentimiento de admiración que siente el poeta por el pueblo araucano, éste en el transcurso del poema justifica la guerra como mandada por Dios, sumamente interesante por la perspectiva del autor.
Por otra parte, "La Araucana" intenta superar la monotonía de su estilo mediante el realismo de sus descripciones bélicas. El logro del autor es solamente parcial, pues tiene notoria dificultad en manejar los transcursos de una escena a otra. Es verdad que "La Araucana" no es constante; y no lo es por una razón lógica, ya que , tratando sobre algo tangible, que está sucediendo en el momento, por fuerza la imaginación se ve en ocasiones relegada por la necesidad de ceñirse a la realidad histórica. En lo demás, el poeta historiador se superpone el historiador poeta, y aún cuando se trate de cosas que en realidad sucedieron, pone en ella algo de inspiración poética. Además esta obra fue escrita por la necesidad de que esta conquista no perdiera en el tiempo, pues, ella reclamaba un cronista veraz:
"si causa mi incitó a que escribiese
con mi pobre talento y torpe pluma,
fue que tanto valor no pereciese
ni el tiempo injustamente la consuma"
Canto XII
De esta manera, el sentido de crónica verdadera se anima a través de episodios coetáneos como la de Lepanto, San Quintín y alusiones a la antigüedad con narraciones como las de Elisa y Dido, tal variedad refuerzan el discurso. En consecuencia cabe destacar que "La Araucana" conserva a pesar de estas digresiones la objetividad de la épica española como las del tiempo de la gesta, ya que Ercilla se coloca como testigo de la historia y a la vez que lo dedica a su señor tal poema como si fuera este su único público:
"Suplícoos gran Felipe, que mirada
este labor, de vos sea recibida,
que, de todo favor necesitada,
queda con darse a vos favorecida.
Es relación sin corromper sacada
De la verdad, cortada a su medida;
No despreciéis el don, aunque tan pobre,
Para que autoridad mi verso cobre.
....................................................
Y haberme en vuestra casa yo criado,
Que crédito me da por otra parte,
Hará mi torpe estilo delicado,
Y lo que va sin orden,, lleno de arte;
Así, de tantas cosas animado,
La pluma entregaré al furor de Marte;
Dad orejas, Señor, a lo que digo,
Que soy parte dello buen testigo."
Canto I.
Aunque, Ercilla afirma que se va a relatar la verdad, no significa como se ha dicho anteriormente que se escriba el discurso en la formación discursiva historiográfica. Pero como discurso da suficientes indicaciones de inscripción en el tipo de discurso épico en la formación poética. Es sólo en el nivel de una semántica del mundo en el que se ofrece una variante al cambiar la generalidad de lo verosímil por lo particular de la verdad. Y luego, sabemos que el programa que inicialmente se había propuesto el autor no se lleva cabo. Y este cambio de perspectiva conducirá a un discurso más épico y poético, ejemplo de ello es la modificación de la primera estrofa del Canto XIX:
"Hermosas damas, si mi débil canto
no comienza a esparcir vuestros loores
y si mis bajos versos no levanto
a concetos de amor y obras de amores,
mi priesa es grande, y que decir hay tanto
que a mil desocupados escritores
que en ello trabajasen noche y día,
para todos materia y campo habría."
Canto XIX
Cerrando este capítulo es necesario mencionar que esta obra corresponde a la categoría de los poemas épicos cultos: son creaciones más reflexivamente elaboradas que las tradicionales. En los poemas cultos se manifiesta la personalidad del autor. Por su asunto pueden distinguirse los poemas heroicos, religiosos, filosóficos y alegóricos. Y "La Araucana" corresponde a los de asunto heroico que según Rafael Lapesa Melgar: "los poemas heroicos son los mas cercanos al espíritu de la epopeya tradicional".El modelo clásico del poema heroico culto fue la Eneida de Virgilio cuya grandiosidad se debe a su intenso dramatismo y suave melancolía.
5. Poetización en "la araucana"
En el Renacimiento con la formación de las naciones modernas, cada uno de los países deseo poseer una epopeya culta, exaltadora de las glorias nacionales. Además, la poesía es el género que primero asimiló la estética del Renacimiento, por medio de la imitación de maneras italianas como la utilización de elementos distintivos como el verso endecasílabo que se combinaba con diferentes estilos de estrofas como la octava real. Un ejemplo de la disposición de la rima octava es la siguiente: AB: AB: ABCC (2+2+4)
"El buen Lasarte con la diestra airada
en medio del furor se desenvuelve;
pasa el pecho a Talcuén de una estocada
y sobre Titagnan furioso vuelve;
abriole la cabeza desarmada mas el rabioso bárbaro revuelve
y antes que la alma diese, le da un tajo
que se tuvo al arzón con gran trabajo"
Canto XV
Es así que el poeta anima la estructura fija de esta estrofa épica, y tales características fueron las que aseguraron lo italiano en las letras hispanas. Resultado de esto fue las aspiración del poeta en expresar sus sentimientos, adoptando una actitud idealizadora de la realidad, ejemplo:
"Chile fértil provincia y señalada
en la región antártica famosa
de remotas naciones respetada,
................................................"
Canto I
La mención de esta descripción da la sensación de un locus amenus de Garcilaso, una especie de paisaje ideal como las de las poesías pastoriles. Y consecuentemente esta forma del italianismo es común en todas las literaturas europeas y ningún país aparece en la primera mitad del siglo XVI más saturado de tal influencia que España.
Dentro de los escritores del Renacimiento Ercilla constituyó un imitador de Virgilio, Ariosto y Tasso. Aunque en él se manifiestan aquel indianismo, que podría revelarse objetivamente como una propuesta de una patria tolerante fusionada en el mestizaje que exigía el territorio conquistado. Ercilla habla a través del texto haciéndose presente en el poema como conciencia crítica. Con su poema se coloca entre los pioneros, como Las Casas en criticar el poder, la violencia, y la expropiación de los conquistadores quienes destruyen ese paraíso, plantando la codicia como estandarte:
"Nuestro campo por orden recogido
retirado del todo el enemigo
fue entre algunos un bárbaro cogido,
................................................
hubo de ser, para ejemplar castigo
de los rebeldes,..........................
mandándole cortar ambas manos"
Canto XXII
Su sensibilidad lo lleva a tomar una posición que asume como poeta ante el hombre americano obligado a admitir tales crueldades:
"Quien sin duda publica que entraba
destruyendo ganados y comidas,
privando a los caciques de la vida;
quien a nobles dueñas deshonraban
y forzando a las hijas recogidas,
haciendo otros insultos y maldades;
sin reservar lugar, sexo ni edades."
Canto XXV
La aventura de Chiloé proporciona la pintura de un Chile idealizado. El descubrimiento de la región del sur de Araucanía, aun sin explotar y no contaminada por los españoles, es el lugar donde situar una nueva humanidad y concretar la utopía anhelada por el europeo:
"Hácese este concilio en un gracioso
asiento de mil florestas escogido
donde se muestra el campo más hermoso
de infinidad de flores guarnecido;
allí de un viento fresco y amoroso
los árboles se mueven sin ruido,
cruzando muchas veces por el prado
un claro arroyo limpio y sosegado,
do una fresca y altísima almeda
por orden y artificio tienen puesta
en torno de la plaza y ancha rueda
,capaz de cualquier junta y grande fiesta,
que convida a descanso,..........."
Canto I
La poetización de esta obra se encuentra precisamente en el mencionado anteriormente de que en Ercilla pudo más el poeta que el cronista en el momento de poner por escrito sus memorias. El lapso entre los hechos ocurridos y la escritura acrisolo y despertó la sensibilidad del poeta para darnos un poema épico donde vencedores y vencidos son seres por igual
6. El heroísmo en "la araucana"
En "La Araucana" el Heroísmo se presenta como un intento de igualar ambos bandos opositores, sin embargo, son los araucanos los que con gran monumentalidad emergen de este canto épico. Por lo tanto son ellos los verdaderos héroes, tenaces en la defensa de sus territorios. Mientras que los españoles vienen a representar el papel de antihéroes, que sólo con la desolación pudo vencer aquella raza lograron vencerlos, aunque siempre fieles a sus deberes patrios, constituyendo esta condición una forma de enaltecer su patria: España.
Con respecto a los españoles estos dentro de la estructura épica del poema son una fuerza casi anónima, ya que aparecen nombrados en masas adquiriendo solamente épicamente en grupos:
"Fue hecho muy notable que requiere
mucha atención y autorizada pluma:
y así digo que aquel que lo leyere,
en que fue de los grandes se resuma.
............................... .....................
y los nombres también de los soldados,
que con razón merecen ser loados.
Almagro, Cortés, Córdoba, Nereda,
Morán, Gonzalo Hernández, Maldonado,
Peñalosa, Vergara, Castañeda,
Diego García Herrero el arriscado
Pedro Niño, Escalona, y otro queda
Con el cuál es número acabado:
Don Leonardo Marique es el postrero,
Igual en el valor siempre primero"
Canto VI
Otras características sobre el héroe español es la de su personalidad definida por el mismo autor, cuyas expresiones exaltan constantemente el valor personal, como también de su vanagloria, orgullo, arrogancia y su codicia por riquezas. Y es así que a lo largo del poema van desfilando las figuras de Almagro, "animoso, valiente, franco y quisto"; Valdivia, perezoso y negligente, descuidado", aunque en mi parecer es la figura más destacable en el bando español, pues, él fue el expedicionario que domeñó en primer instancia al pueblo araucano. No obstante pese a ello fue muy incrédulo y en consecuencia se encaminó hacia su fatal muerte. Otra figura de héroe español es la de Villagrán, según Ercilla de "sabias razones como capitán escarmentado, que incita con el ejemplo a continuar con la lucha y evitar el pánico".
Y personalmente lo más llamativo de "La Araucana" es la presentación implícita de la persona de Ercilla, cuya personalidad se expresa serena, defensor de las mujeres, compasivo, justo consuela a la india Guacolda, a la que ayuda a rescatar el cadáver de su marido o lo más desgarrador es su opinión sobre la muerte de Caupolicán afirmando lo siguiente:
"que si yo a la sazón allí estuviera,
la cruda ejecución se suspendiera"
Canto XXV
Los indígenas son en definitiva los verdaderos héroes. Entre los araucanos sobresale la personalidad de Colocolo, el sabio anciano que determina la prueba del madero; Lautaro como hábil, industrioso y cauteloso; y la figura de Tucapel se ve manifestada por un carácter nervioso, instintivo e impetuoso, pues, cree que la fuerza es todo figura en mi parecer bastante bárbara:
"Tucapel que de rabia reventando
Estaba oyendo al viejo, más no atiende
Que dice: "Yo veré si adivinando
De mi maza este necio se defiende
Diciendo esto y la maza levantado
La derriba sobre él, y así lo tiende"
Canto VIII
Pero si de héroes se trata no cabe la menor duda que Caupolicán es el que cumple con los requisitos del arquetipo épico soportando la dura prueba del madero en el Canto II, logrando con ello ponerse al frente del ejército araucano. Su figura se destaca de los demás "corpulento, alto de pecho, áspero y fuerte, hábil y ligero a la par", y esto se mantiene hasta su muerte en el Canto XXXIV, "el varón de autoridad" pasea su majestuosa y salvaje grandeza en la obra de Ercilla. Así este comportamiento lo acompaña hasta su final cuyo suplicio es de gran grandeza épica:
"Descalzo, destocado, a pie desnudo,
os pesadas cadenas arrastrando,
con una soga en el cuello y grueso ñudo"
Canto XXXIV
Así como resignado por su sentencia también se indigna por la humillación siente al ver a su negro y sucio verdugos arrojándose sobre él. Tal conducta le valió que seis flecheros rematasen sobre él sus crueles flechas. Todo el final se mantiene con este aire de crudo dramatismo.
En definitiva, dentro del esquema de la acción épica el héroe es colectivo: el pueblo araucano busca la liberación de su pueblo. Se reconoce ese plano de universalidad fundamental en la ética aristotélica predominante en la época. Así la sublevación de los araucanos es un acto universal válido por sí mismo porque es la búsqueda de la libertad , dando consecuente un fondo idealizador de belleza. En la que los líderes araucanos alcanzan el rango principescos y sus personalidades como su cuerpos toman la oratoria romana y la belleza griega ejercitada en juegos olímpicos y en una democracia que ideológicamente es admirada por Ercilla cuya política democrática permite el paso del más apto de acuerdo a sus méritos propios.
Los héroes como Caupolicán y lLutaro son arquetipos humanos que elevan las más sobresalientes virtudes como el valor, su magnanimidad, justicia y su espíritu de compañeros que comparten la victoria lograda:
"Amigos si entendiese que el deseo
de combatir sin otro miramiento,
y la fogosa gana que en vos veo,
fuese de la victoria fundamento
hágaoos saber de mí que cierto creo
estar en vuestra mano el vencimiento;
y un paso atrás volver que yo no quisiera
si el mundo sobre mi todo viniera"
Canto XXII
Estos versos rebelan el heroísmo de Lautaro más adelante se verá a nuestro héroe como fuerza psicológica de una nación, cuyo acto de arrojo le determina un acto significativo como lo expresa Bajtín "el héroe no sólo actúa porque así se deba ...sino que él mismo es así". Por ejemplo esta afirmación se observa en Canto III en el que Lautaro se arroja sobre los españoles para dar ánimos a su pueblo que está por ser vencido:
"Un hijo de un cacique conocido
que a Valdivia de paje le servía
en su niñez por él favorecido
en su servicio a la sazón venía
del amor a su patria conmovido
comienza agrandes voces animarla,
viendo que más andar se retraía,
y con tales razones a incitarla:"
Canto III
Ahora bien, Ercilla se siente en relación con estos héroes algo turbado haciendo de ello una interrelación entre él y ellos, de este modo el héroe esta bajo la supremacía de este escritor. Cuyo destino sólo es determinado por su totalidad como personalidad que construye su propia vida , pues, el destino es individual y no es el YO-PARA-MÏ sino su existencia. Un ejemplo de ello es la muerte de Caupolicán, por cuya Fortuna recibió cien flechas que le hirieron el cuerpo y por ella también muere Lautaro por una flecha que le atravesó el corazón, aquí el tema de religiosidad está presente ya que los paganos se ven víctimas de la creencia de estas fuerzas mientras la divina Providencia socorre a los devotos españoles.
En fin, el reconocimiento, respecto y exaltación de la humanidad del indio no cancela la necesidad y certeza de su derrota, según el designio imperial. Tampoco las victorias indígenas implican en Ercilla la capacidad de erguirse por sobre la lealtad que de él espera cono súbito del imperio. La magnificación del indio indirectamente magnifica al español capaz de vencerlo. Además en el trasfondo está el plan divino implementado a través de los españoles como instrumentos de Dios. Es que de esta manera las fuerzas comandadas por Valdivia son vencidas por no poseer esa virtud aristotélica. Su soberbia y vanagloria, y sin control no pudieron lograr inspirar la mesura, ecuanimidad y justicia . Por lo tanto Dios castiga estos excesos usando a los indios como instrumento de su ira. De modo que, en el plan divino, la universalidad indígena es sólo instrumento para disciplinar a los agentes imperiales e impulsarlos a la virtud que resulta en una mayor eficiencia militar para la conquista. Pues, los hombres se redimen de sus errores y salvajismo para alcanzar su grandeza en el espectáculo de la magnificencia y fortuna variable del combate que los une en un imperio universal.
7. Conclusión
Ercilla como poeta cometió muchos errores desde la forma épica y la de no concebir un héroe único, ni siguió un tema de meditada progresión. Pero aún hoy podemos deleitarnos con este poema tan personal. Pero creo personalmente que la vigencia de éste poema no procede exclusivamente de los méritos literarios, sino de los valores humanos expresados que dignifica la propia condición de ser sensible, comprensivo y justo que exhibe el autor al ponderar el sentido de libertad en el hombre americano. Causa por la cual "La Araucana" se ha transformado en una pieza documental testimonio irrecusable en la interesante "leyenda negra" de la Conquista.
8. Bibliografía
-De Ercilla y Zúñiga , Alonso: LA
ARAUCANA. Bs. As. Espasa- Calpe Argentina S.A. 1977
-Castagnino, R. H: Escritores hispanoamericanos. Barcelona. Editorial
Nova, 1971
-Zainz de Robrez, F.C: Ensayo de un Diccionario de la Literatura T.
I. Barcelona, Editorial Aguilar, 1953
-Valvuena Prat, A: Historia de la Literatura Española T I. Barcelona,
Editorial Gustavo Gili S.A. 1963
-Lapesa Melgar, R.: Introducción a los Estudios Literarios, Salamanca.
Editorial Amaya, 1971-
Bajtín, mm: Estética de la Creación Verbal, México. Siglo Veintiuno
editores, 1971
Resumen.
El Heroísmo De La Conquista En "La Araucana": El poema épico más patriótico que pudo existir en nuestra literatura latinoamericana, hoy lo tenemos como evidencia de un pasado oscuro que formó parte de la leyenda negra de nuestra conquista. De esta manera en este trabajo nos enaltecemos en presentar la poesía épica como expresión de las hazañas heroicas cantadas por el español Alonso de Ercilla y Zúñiga que en medio de la lucha de Arauco plasmó su admiración por esa raza y se lo dedicó a su gran monarca Felipe II en plena época Renacentista en la que se estaba reanudando ese nacionalismo a través de América.
Fuente Internet:
http://www.monografias.com/trabajos6/arau/arau.shtml